"El pensamiento claro no nos basta, nos da un mundo usado hasta el agotamiento. Lo que es claro es lo que nos es inmediatamente accesible, pero lo inmediatamente accesible es la simple apariencia de la vida." antonin artaud.

martes, 31 de agosto de 2010

gramsci, oprimidos y opresores, 1.910, cerdeña


Es de verdad admirable la lucha que lleva la humanidad desde tiempos inmemorables, lucha incesante con la que se esfuerza por arrancar y desgarrar todas las ataduras que intenta imponerle el ansia de dominio de uno solo, de una clase o también de un pueblo entero. Es ésta una epopeya que ha tenido innumerables héroes y ha sido escrita por los historiadores de todo el mundo. El hombre, que al llegar un cierto momento se siente libre, con conciencia de su propia responsabilidad y de su propio valor, no quiere que ningún otro le imponga su voluntad y pretenda controlar sus acciones y su pensamiento. Porque parece que sea un cruel destino de los humanos este instinto que los domina de querer devorarse los unos a los otros, en vez de hacer que converjan las fuerzas unidas de todos para luchar contra la naturaleza y hacerla cada vez más útil para las necesidades de los hombres. Y en vez de eso, cuando un pueblo se siente fuerte y aguerrido, piensa enseguida en agredir a sus vecinos, recharzarlos y oprimirlos. Porqu está clao que todo vencedor quiere destruir al vencido. Pero el hombre, que por naturaleza es hipócrita y fingido, no dice "quiero conquistar para destruir", sino "quiero conquistar para civilizar". Y todos los demás, que le envidian y esperan su turno de hacer lo mismo, fingen creerlo y le alaban.

Y así hemos tenido que la civilización ha tardado más en difundirse y progresar; así ha ocurrido que razas de hombres nobles e inteligentes han quedado destruidas o están en camino de apagarse. El aguardiente y el opio que los maestros de la civilización les repartían abundantemente han consumado su obra deletérea.

(...) Y si entonces un hombre honrado se levanta para reprochar esas prepotencias, ese abuso que la moral social y la civilización sanamente entendida deberían impedir, no encuentra más que burla, porque es un ingenuo y no conoce las maquiavélicas consideraciones que dominan la vida política.

(...) Carducci se preguntaba ¿Cuándo será alegre el trabajo? ¿Cuándo será seguro el amor? Pero todavía estamos esperando una respuesta, y quién sabe quién sabrá darla. Muchos dicen que el hombre ha conquistado ya todo lo que debía conseguir en la libertad y en la civilización, y que ahora no le queda más que gozar el fruto de sus luchas. Yo creo, en cambio, que hay mucho más por hacer: los hombres están sólo barnizados de civilización y, en cuanto se les rasca, aparece inmediatamente la piel de lobo.

antonio gramsci, cerdeña 1891-roma 1937

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